miércoles, 15 de octubre de 2014

EL HOMBRE MEDIOCRE


JOSÉ INGENIEROS
INTRODUCCIÓN

LA MORAL DE LOS IDEALISTAS.
I. La emoción del Ideal –
II. De un idealismo fundado en la experiencia. -
III. Los temperamentos Idealistas. -
IV. El idealismo romántico. -
V. El Idealismo estoico. -
VI. Símbolo.

I. LA EMOCIÓN DEL IDEAL Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala
hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la me-
diocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un Ideal. Es ascua sagra-
da, capaz de templarte para grandes acciones. Custódiala; si la dejas
apagar no se reenciende jamás. Y si ella muere en ti, quedas inerte: fría
bazofia humana. Sólo vives por esa partícula de ensueño que te sobre-
pone a lo real. Ella es el lis de tu blasón, el penacho de tu tempera-
mento. Innumerables signos la revelan: cuando se te anuda la garganta
al recordar la cicuta impuesta a Sócrates, la cruz izada para Cristo y la
hoguera encendida a Bruno; -cuando te abstraes en lo infinito leyendo
un diálogo de Platón, un ensayo de Montaigne o un discurso de Helve-
cio; -cuando el corazón se te estremece pensando en la desigual fortuna
de esas pasiones en que fuiste, alternativamente, el Romeo de tal Ju-
lieta y el Werther de tal Carlota; -cuando tus sienes se hielan de emo-
ción al declamar una estrofa de Musset que rima acorde con tu sentir; -
y cuando, en suma, admiras la mente preclara de los genios, la sublime
virtud de los santos, la magna gesta de los héroes, inclinándote con
igual veneración ante los creadores de Verdad o de Belleza.
Todos no se extasían, como tú, ante un crepúsculo, no sueñan
frente a una aurora o cimbran en una tempestad; ni gustan de pasear
con Dante, reír con Moliére, temblar con Shakespeare, crujir con Wag-
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ner; ni enmudecer ante el David, la Cena o el Partenón. Es de pocos
esa inquietud de perseguir ávidamente alguna quimera, venerando a
filósofos, artistas y pensadores que fundieron en síntesis supremas sus
visiones del ser y de la eternidad, volando más allá de lo real. Los seres
de tu estirpe, cuya imaginación se puebla de ideales y cuyo sentimiento
polariza hacia ellos la personalidad entera, forman raza aparte en la
humanidad: son idealistas.
Definiendo su propia emoción, podría decir quien se sintiera
poeta: el Ideal es un gesto del espíritu hacia alguna perfección.
II. DE UN IDEALISMO FUNDADO EN EXPERIENCIA Los filósofos del porvenir, para aproximarse a formas de expre-
sión cada vez menos inexactas, dejarán a los poetas el hermoso privile-
gio del lenguaje figurado; y los sistemas futuros, desprendiéndose de
añejos residuos místicos y dialécticos, irán poniendo la Experiencia
como fundamento de toda hipótesis legítima.
No es arriesgado pensar que en la ética venidera florecerá un
idealismo moral, independiente de dogmas religiosos y de apriorismos
metafísicos: los ideales de perfección, fundados en la experiencia so-
cial y evolutivos como ella misma, constituirán la íntima trabazón de
una doctrina de la perfectibilidad indefinida, propicia a todas las posi-
bilidades de enaltecimiento humano.
Un ideal no es una fórmula muerta, sino una hipótesis perfecti-
ble; para que sirva, debe ser concebido así, actuante en función de la
vida social que incesantemente deviene. La imaginación, partiendo de
la experiencia, anticipa juicios acerca de futuros perfeccionamientos:
los ideales, entre todas las creencias, representan el resultado más alto
de la función de pensar.
La evolución humana es un esfuerzo continuo del hombre para
adaptarse a la naturaleza, que evoluciona a su vez. Para ello necesita
conocer la realidad ambiente y prever el sentido de las propias adapta-
ciones: los caminos de su perfección. Sus etapas refléjanse en la mente
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humana como ideales. Un hombre, un grupo o una raza son idealistas
porque circunstancias propicias determinan su imaginación a concebir
perfeccionamientos posibles.
Los ideales son formaciones naturales. Aparecen cuando la por-
que circunstancias propicias determinan su imaginación puede antici-
parse a la experiencia. No son entidades misteriosamente infundidas en
los hombres, ni nacen del azar. Se forman como todos los fenómenos
accesibles a nuestra observación. Son efectos de causas, accidentes en
la evolución universal investigada por las ciencias y resumidas por las
filosofías. Y es fácil explicarlo, si se comprende. Nuestro sistema solar
es un punto en el cosmos; en ese punto es un simple detalle el planeta
que habitamos; en ese detalle la vida es un transitorio equilibrio quími-
co de la superficie; entre las complicaciones de ese equilibrio viviente
la especie humana data de un período brevísimo; en el hombre se desa-
rrolla la función de pensar como un perfeccionamiento de la adapta-
ción al medio; uno de sus modos es la imaginación que permite
generalizar los datos de la experiencia, anticipando sus resultados po-
sibles y abstrayendo de ella idea les de perfección.
Así la filosofía del porvenir, en vez de negarlos, permitirá afirmar
su realidad como aspectos legítimos de la función de pensar y los re-
integrará en la concepción natural del universo. Un ideal es un punto y
un momento entre los infinitos posibles que pueblan el espacio y el
tiempo.
Evolucionar es variar. En la evolución humana el pensamiento
varía incesantemente. Toda variación es adquirida por temperamentos
predispuestos; las variaciones útiles tienden a conservarse. La expe-
riencia determina la formación natural de conceptos genéricos, cada
vez más sintéticos; la imaginación abstrae de éstos ciertos caracteres
comunes, elaborando ideas generales que pueden ser hipótesis acerca
del incesante devenir: así se forman los ideales que, para el hombre,
son normativos de la conducta en consonancia con sus hipótesis. Ellos
no son apriorísticos, sino inducidos de una vasta experiencia; sobre ella
se empina la imaginación para prever el sentido en que varía la huma- 5
nidad. Todo ideal representa un nuevo estado de equilibrio entre el
pasado y el porvenir.
Los ideales pueden no ser verdades; son creencias. Su fuerza es-
triba en sus elementos efectivos: influyen sobre nuestra conducta en la
medida en que lo creemos. Por eso la representación abstracta de las
variaciones futuras adquiere un valor moral: las más provechosas a la
especie son concebidas como perfeccionamientos. Lo futuro se identi-
fica con lo perfecto. Y los ideales, por ser visiones anticipadas de lo
venidero, influyen sobre la conducta y con el instrumento natural de
todo progreso humano.
Mientras la instrucción se limita a extender las nociones que la
experiencia actual considera más exactas, la educación consiste en
sugerir los ideales que se presumen propicios a la perfección. El concepto de lo mejor es un resultado natural de la evolución
misma. La vida tiende naturalmente a perfeccionarse. Aristóteles ense-
ñaba que la actividad es un movimiento del ser hacia la propia "entele-
quia": su estado de perfección. Todo lo que existe persigue su
entelequia, y esa tendencia se refleja en todas las otras funciones del
espíritu; la formación de ideales está sometida a un determinismo, que,
por ser complejo, no es menos absoluto. No son obra de una libertad
que escapa a las leyes de todo lo universal, ni productos de una razón
pura que nadie conoce. Son creencias aproximativas acerca de la per-
fección venidera. Lo futuro es lo mejor de lo presente, puesto que so-
breviene en la selección natural: los ideales son un "élan" hacia lo
mejor, en cuanto simples anticipaciones del devenir.
A medida que la experiencia humana se amplía, observando la
realidad, los ideales son modificados por la imaginación, que es plásti-
ca y no reposa jamás. Experiencia e imaginación siguen vías paralelas,
aunque va muy retardada aquélla respecto de ésta. La hipótesis vuela,
el hecho camina; a veces el ala rumbea mal, el pie pisa siempre en
firme; pero el vuelo puede rectificarse, mientras el paso no puede volar
nunca. 6
La imaginación es madre de toda originalidad; deformando lo real
hacia su perfección, ella crea los ideales y les da impulso con el iluso-
rio sentimiento de la libertad: el libre albedrío es un error útil para la
gestación de los ideales. Por eso tiene, prácticamente, el valor de una
realidad. Demostrar que es una simple ilusión, debida a la ignorancia
de causas innúmeras, no implica negar su eficacia. Las ilusiones tienen
tanto valor para dirigir la conducta, como las verdades más exactas;
puede tener más que ellas, si son intensamente pensadas o sentidas. El
deseo de ser libre nace del contraste entre dos móviles irreductibles: la
tendencia a perseverar en el ser, implicada en la herencia, y la tenden-
cia a aumentar el ser, implicada en la variación. La una es principio de
estabilidad, la otra de progreso.
En todo ideal, sea cual fuere el orden a cuyo perfeccionamiento
tienda, hay un principio de síntesis y de continuidad: "es una idea fija o
una emoción fija". Como propulsores de la actividad humana, se equi-
valen y se implican recíprocamente, aunque en. la primera predomina
el razonamiento y en la segunda la pasión. "Ese principio de unidad,
centro de atracción y punto de apoyo de todo trabajo de la imaginación
creadora, es decir, de una síntesis subjetiva que tiende a objetivarse, es
el ideal" dijo Ribot. La imaginación despoja a la realidad de todo 

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miércoles, 17 de septiembre de 2014

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SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La tan debatida Ley de Partidos Políticos no puede ser un traje hecho a la medida de las organizaciones políticas del país. Todo lo contrario, la pieza debe regular, estructurar, imponer límites y sobre todo dar cabida a las sanciones cuando sea necesario, a estas instituciones que juegan un rol primordial en el desarrollo de la democracia.

En el aspecto financiero, tomando en cuenta que los partidos en el 2013 recibieron más de 800 millones de pesos como aporte del Estado, debe haber una rigurosa rendición de cuentas.

Las conclusiones del estudio “Ley de partidos políticos: financiamiento, género y selección de candidatos”, del Instituto OMG, son claras y describen nuestra panorama al dedillo. Primero ningún tipo de donación corporativa está regulada (ni en especie ni dinero), las donaciones de fuentes anónimas no tienen ningún tipo de regulación, y no hay límites en cuanto a los gastos del partido (o un candidato en específico) para campañas y actividades partidarias.

En otras palabras, los partidos, en términos fiscales, operan a sus anchas y sin controles.

Esto se traduce en cuantiosas donaciones de empresas o individuos que luego esperan ser favorecidos de alguna forma cuando el candidato o el partido llega al Palacio o al Congreso Nacional. También da apertura a que el dinero obtenido de forma ilícita o del narcotráfico permee las contiendas electorales.

Como ciudadanos tenemos el deber de exigir la transparencia financiera de estas organizaciones políticas que deben utilizar el dinero en actividades tangibles que aporten a la democracia fomentando la formación de candidatos.

Todas las leyes, por más especializadas que sean en determinadas áreas y aspectos de la vida pública, tienen que cumplir con el principio básico de la transparencia, la equidad, la rendición de cuentas y el supremo objetivo del interés general.

Si hay una iniciativa legislativa donde estos postulados deberían convertirse en realidad palpable y positiva es en el proyecto de ley de partidos políticos, sumido hasta hace unos días en un letargo inducido del que apenas empieza a sacudirse.

Después de años en que suscitara escasa atención e interés de los congresistas, mientras otros proyectos de menor trascendencia eran aprobados al vapor, parece que por fin se han propuesto ponerlo sobre la mesa.

Este reenfoque, en principio atendible y digno de respaldo, ha provocado sin embargo cierta aprensión en algunos observadores del quehacer legislativo y partidario, que temen que de la dejadez manifiesta se pase a festinar algo sumamente delicado que amerita cuidado extremo.

El objetivo supremo de la ley de partidos debe dirigirse, pues a erradicar la corrupción, la compra de votos y los aportes dados para luego reclamar prebendas y tratos de privilegio y excepción de los partidos que llegan al poder.

lunes, 15 de septiembre de 2014

DE UNA NUEVA ERA Y DE UN MANIFIESTO DE ESPERANZAS

SAGRADA ISLA DEL SOL: NACIMIENTO 

Ritual. El presidente Morales en el momento de la ofrenda a la Pachamama, acto central del solsticio.
Ritual. El presidente Morales en el momento de la ofrenda a la Pachamama, acto central del solsticio.
La sagrada Isla del Sol, en el afamado lago Titicaca, fue escenario este 21 de diciembre del comienzo de una nueva Era, el Pachakuti, y también del nacimiento de un histórico Manifiesto expuesto por el presidente de Bolivia, Evo Morales, que augura esperanzas al mundo, en medio del capitalismo brutal que domina hoy nuestro planeta tierra.
Cientos de miles de personas, indígenas o no, de diversos países del mundo asistieron a la bella ceremonia, colmada de un gran colorido, mística y muchas energías positivas, por el advenimiento de un nuevo tiempo, y el cierre de un ciclo que para las ancestrales culturas andinas fue de oscuridad, de dolor y tristeza, y que llegó a estas tierras con los invasores extranjeros.
Con el inicio del Pachakuti, según expresó el mandatario boliviano en su intervención en la hermosa y casi virgen Isla del Sol, llegó la luz, el despertar del mundo a la cultura de la vida, y el fin del capitalismo salvaje que agobia a los pueblos más desposeídos.
Morales aprovechó la ocasión para dar a conocer un autentico Manifiesto independentista, soberanista, antiimperialista, naturalista y en defensa de las naciones oprimidas del Sur, que sin duda constituirá su programa político para los próximos años, y además un documento a tomar en cuenta por gobiernos progresistas de Latinoamérica y de otras regiones.
El texto, elaborado por el jefe de Estado boliviano, subraya que estamos en un momento crucial para la definición del futuro de nuestro planeta, y las identidades culturales parecen ser resabios del pasado que muchos quieren ignorar.
Añade que ante “la diplomacia de la muerte y la guerra” que imperan hoy, “nosotros debemos construir la diplomacia de los pueblos del Sur para fortalecernos”, en clara alusión a los procesos de integración.
Morales refirió que “nuestra visión del Socialismo Comunitario del Vivir Bien está basado en los derechos y no en el mercado, y en la realización plena de la felicidad de los seres humanos”.
El Manifiesto incluye 10 acápites principales a materializar, como refundar la democracia y la política, empoderando a los pobres y sirviendo a los pueblos; lograr más derechos sociales y humanos contra la mercantilización de las necesidades de las personas, y descolonizar nuestros pueblos y nuestras culturas para construir el socialismo comunitario del “Vivir Bien”.
Otros de los puntos son: luchar por los derechos de la “madre tierra” y contra el colonialismo ambientalista de la economía verde; defender la soberanía sobre los recursos naturales como condición para la liberación de la dominación colonial; impulsar el logro de la soberanía alimentaria y el derecho humano a la alimentación, y promover la alianza de los pueblos del Sur contra el intervencionismo, el neoliberalismo y el colonialismo.
El texto contiene tres acápites más, un octavo referido a la necesidad del conocimiento y la tecnología como instrumentos fundamentales para lograr el desarrollo integral, la erradicación de la pobreza y del hambre, y un noveno, que destaca la importancia de construir una institucionalidad mundial de los pueblos pobres, que no acepte ni permita el intervencionismo y el neoliberalismo de las Naciones Unidas y del imperio del capital.
El decimo y último punto del denominado Manifiesto de la Isla del Sol resalta que el desarrollo económico no debe estar orientado al mercado, al capital y a la ganancia, sino que debe ser integral y encaminado a la felicidad de las personas, y a la armonía y al equilibrio con la “madre tierra”.
La ceremonia de advenimiento del Pachakuti tuvo un momento adicional especial, cuando una representante de una organización social indígena exhortó a todos los presentes, en medio de los tradicionales rituales, a enviar energías positivas al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para que se recupere de la enfermedad que padece, y al líder de la Revolución cubana Fidel Castro para que continúe con mucha salud y fuerzas. Similar pidió para el mandatario boliviano.
MANIFIESTO DE LA ISLA DEL SOL
Hermanas y hermanos: deseo expresar mi sorpresa por esta gran concentración que reúne, hoy, en esta Isla del Sol,  a hermanas y hermanos que vienen del Abya Yala, de América, de Europa, de África y de Asia.
Saludo a nuestro  vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, al vicepresidente de Nicaragua, Moisés Omar Halleslevens Acevedo,   al ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Ernesto Villegas, y a las viceministras  de Venezuela para América Latina y el Caribe, Verónica Guerrero, y para América del Norte, Claudia Salerno; al  ministro de Cultura de Cuba, Rafael Bernal Alemany, a los ministros y ministras, a los embajadores y embajadoras de Bolivia, de toda América, de Asia y de Europa.
Saludo, igualmente, a nuestros dirigentes,   líderes y liderezas de los movimientos y organizaciones sociales de los diferentes sectores que estuvieron debatiendo en torno a este 21 de diciembre y lograron profundas reflexiones sobre temas políticos, económicos, sociales y sobre el medio ambiente y la Madre Tierra. Ellos debaten permanentemente sobre la igualdad y la justicia social.
Hoy estamos todos reunidos acá, en el tiempo de Pachakuti, en el tiempo del cambio.
LA ISLA DEL SOL, EL NACIMIENTO DEL NUEVO TIEMPO
Desde  la Isla del Sol, desde el Lago Sagrado Titikaka, que compartimos Perú y Bolivia, queremos decirles que estamos reunidos, hoy, 21 de diciembre de 2012, no esperando a que se   acabe el mundo, como algunos decían. Nunca habrá fin del mundo. Estamos aquí para dar esperanza en este nuevo amanecer para los pueblos del mundo.
En esta Isla del Sol, donde hace mil años atrás se inauguró el tiempo del sol,  nacieron Manco Kapac y Mama Ocllo para fundar el Tahuantinsuyo. Por eso,   esta isla  es la isla fundadora del tiempo y de la historia de los hijos del sol. Pero llegó, luego, la oscuridad con los invasores extranjeros. Alentados por la codicia llegaron hasta nuestro continente Abya Yala para someter a las naciones indígenas. Fue el tiempo de la oscuridad, del dolor y de la tristeza,  un tiempo que para los hijos del Willka fue del no tiempo.
Hoy, desde esta misma isla que dio nacimiento al Tahuantinsuyo,  estamos cerrando la época de la oscuridad y del no tiempo, y estamos abriendo el nuevo  tiempo de la luz: el Pachakuti.
Nuevamente, los pueblos del mundo, los movimientos sociales, la gente marginada, discriminada, humillada se organizan, se movilizan, se concientizan para levantarnos nuevamente como en aquellos tiempos del Pacha, tiempos del Pachakuti.
Por eso,  hermanas y hermanos,    este gran acto histórico e inédito es una gran sorpresa,  así como, también, para nuestros hermanos en Guatemala, en México, Ecuador y en otros   países del mundo que hoy se movilizan para recibir al Pacha.
Esta mañana, con el hermano Vicepresidente Álvaro García y, con el hermano Canciller, David Choquehuanca, nos informamos de que los pueblos de Norte América, tanto en Canadá como en  Estados Unidos,  se movilizan para expresar su esperanza en este solsticio de verano.
Hermanas, hermanos: El mundo está siendo azotado por una múltiple crisis global que se manifiesta en una crisis climática, financiera, alimentaria, institucional, cultural, ética y espiritual. Esta crisis nos señala que estamos viviendo los últimos días del capitalismo y de un desenfrenado consumismo;  es decir,  de un modelo de sociedad donde el ser humano pretende ser superior a la Madre Tierra, convirtiendo a la naturaleza en un objeto de su despiadado dominio depredador.
Los ideólogos del capitalismo plantean que ante la crisis del sistema capitalista las siguientes soluciones:
Por un lado, más capitalismo, más privatización, más mercantilización, más consumismo, más explotación irracional y depredadora de los recursos naturales y más protección a las empresas y a las ganancias privadas.
Por otro lado, menos derechos sociales, menos salud pública, menos educación pública y gratuita, y menos protección de los derechos de las personas.
Hoy las sociedades y los pueblos de los países desarrollados viven dramáticamente la crisis capitalista creada por su propio mercado. Los gobiernos capitalistas creen que salvar a los bancos es más importante que salvar a los seres humanos, y salvar a las empresas es más importante que salvar a las personas. En el sistema capitalista los bancos tienen derechos económicos privilegiados y gozan de una ciudadanía de primera, por lo que podemos decir que los bancos valen más que la vida. En este capitalismo salvaje las personas y los pueblos no son hermanos y hermanas, no son ciudadanos, no son seres humanos; las personas y los pueblos son deudores morosos, prestatarios, inquilinos y clientes; en resumen, si las personas no tienen dinero no son nada.
Vivimos el reino del color verde. Verde como los dólares son las políticas monetarias, verde como los dólares son las políticas de desarrollo, verde como los dólares son las políticas de vivienda, verde como los dólares son las políticas de desarrollo humano y las políticas ambientales. Por eso, ante la nueva ola de crisis del sistema capitalista, sus ideólogos se han lanzado a promover la privatización de la naturaleza, a través de la llamada economía verde o el capitalismo verde.
Sin embargo, las recetas de mercado, de liberalismo y de privatización no  hacen sino generar pobreza y exclusión, hambre y marginación. Las imágenes que deja en el mundo el capitalismo salvaje son tenebrosas:
a)  Más de 850 millones de hambrientos en el mundo, casi 200 millones más que los que existían hace 30 años,
b)  La esperanza de vida de los más pobres en el mundo sigue siendo la misma que en el año 1977, es decir de 44 años de vida,
c)  Aproximadamente 1.300 millones de personas viven en condiciones de pobreza,
d)  Existen cerca de 230 millones de desempleados en el mundo, 40 millones más de desempleados que los que habían hace 30 años,
e)  Finalmente, los países desarrollados desperdician anualmente 700 millones de toneladas de alimentos, es decir, tres veces más de lo que produce el África Subsahariana en un año,
La crisis global del capitalismo tiene entre sus causas estructurales las siguientes:
a)            La acumulación y concentración de la riqueza en pocos países y en pequeños grupos sociales privilegiados,
b)           La concentración de capital en la producción y comercialización de recursos y bienes de alta y rápida generación de riqueza,
c)            Promoción del consumo social masivo y excesivo de productos con la creencia de que tener más es vivir mejor,
d)           Producción masiva de productos desechables para enriquecer capitales y acrecentar la huella ecológica,
e)            Aprovechamiento productivo extractivo de recursos naturales renovables y no renovables excesivo e insostenible con altos costos ambientales,
f)             Concentración de capital en procesos de especulación financiera para generar ganancias rápidas y abundantes,
g)            Concentración de conocimientos y tecnologías en los países ricos y en los grupos sociales más ricos y poderosos,
h)           Promoción de prácticas financieras y esquemas productivos extractivos y comerciales que deterioran la economía y soberanía de los Estados, en particular de los países en vías de desarrollo,  monopolizando el control de los recursos naturales y de sus ganancias,
i)              Reducción del rol de los Estados a débiles reguladores, convirtiendo a los grandes inversores en patrones de casa ajena y a los Estados y pueblos en  servidores o socios débiles  con el mito de que la inversión extranjera lo puede resolver todo.
Hermanas y hermanos del mundo: El capitalismo ha creado una civilización despilfarradora, consumista, excluyente, clientelista, generadora de opulencia y miseria. Este es el patrón de vida, producción y consumo que tenemos la necesidad imperiosa de transformar.
El planeta y la humanidad están en grave peligro de extinción. Los bosques están en peligro, la biodiversidad está en peligro, los ríos y los océanos están en peligro y  la tierra está en peligro. Esta hermosa comunidad humana que habita nuestra Madre Tierra está en peligro debido a la crisis climática.
Las causas de esta crisis climática están relacionadas directamente con la acumulación y concentración de la riqueza en pocos países y en pequeños grupos sociales; con el consumo masivo, excesivo y dispendioso debido a la creencia de que tener más es vivir mejor; con la producción contaminante y de bienes desechables para enriquecer capitales acrecentando la huella ecológica; así como con el aprovechamiento productivo extractivo excesivo e insostenible de recursos naturales renovables y no renovables que tiene altos costos ambientales.
Hermanas y hermanos: El Estado Plurinacional de Bolivia, haciendo eco de la voz de los pueblos del mundo, asume una obligación ética con el planeta y propone la necesidad de que el ser humano recupere el sentido de unidad y pertenencia con la Madre Tierra.
Estamos en un momento crucial para la definición del futuro de nuestro planeta. En nuestras manos y en nuestras conciencias radica la responsabilidad de acordar el camino que vamos a seguir para garantizar la erradicación de la pobreza, la distribución y redistribución de la riqueza, así como la creación y fortalecimiento de nuestras condiciones  sociales, materiales y espirituales para vivir en armonía y equilibrio con la naturaleza.
Los Estados ricos e industrializados deben contribuir a promover la socialización de la riqueza y el bienestar en armonía con la naturaleza mientras que los Estados pobres y en desarrollo deben distribuir la poca riqueza con la que cuentan. No hay futuro para la humanidad si impera el egoísmo y la codicia, la acumulación y la ostentación propia de un sistema donde el que tiene más  reina sobre los desposeídos. Debemos compartir y complementarnos en conocimiento, en riqueza, en humanidad y en respeto a la naturaleza.
Este 21 de diciembre es el día del inicio del Pachakuti que se traduce en el despertar del mundo a la cultura de la vida. Es el inicio del fin del capitalismo salvaje así como de la transición del tiempo de la violencia entre los seres humanos y de la violencia con la naturaleza a un nuevo tiempo donde el ser humano constituye una unidad con la Madre Tierra y todos convivimos en armonía y equilibrio con la totalidad del cosmos.
Este día es para las sociedades milenarias el momento en que se producirán en el planeta importantes cambios telúrico-cósmicos y es el anuncio de que la cultura de la muerte, del hambre y de la injusticia habrá llegado a su fin. Significa el fin de un estado de cosas y el inicio de profundos cambios en el mundo.
Asimismo, este nuevo tiempo tiene que ser el inicio del fin de las monarquías, de las jerarquías, de las oligarquías y de las anarquías del mercado y del capital.
El Pachakuti ha llegado, y quienes ahora nos reunimos en la Isla sagrada del Sol, en el Lago Titikaka, somos los Guerreros del Arco Iris, somos los guerreros del Vivir Bien, somos los insurgentes del mundo.
En este marco planteamos diez mandatos para enfrentar al capitalismo y construir la cultura de la vida:
1. EN LO POLÍTICO:
REFUNDAR LA DEMOCRACIA Y LA POLÍTICA, EMPODERANDO A LOS POBRES Y SIRVIENDO A LOS PUEBLOS
El mundo está viviendo una crisis de los sistemas políticos porque éstos ya no representan a los pueblos, son elitistas, excluyentes, gobernados por cúpulas oligárquicas con la visión de servir al bolsillo de pocos y no de servir al pueblo. Las llamadas democracias son el pretexto para entregar las riquezas naturales a manos del capital transnacional. En estas falsas democracias la política se ha convertido en un instrumento de lucro y no en una vocación de servicio. Todavía perviven formas anacrónicas de gobiernos que ya no responden a las demandas que tienen los pueblos del mundo. Debemos refundar la democracia. No queremos una democracia colonial donde los políticos son una clase aristócrata y no son militantes de la causa de los pobres y del servicio a los pobres.
La democracia no es viable si no empodera a los pobres, a los marginados, sino responde, primero y ante todo, a las urgencias de los más necesitados. No es democracia aquella en la que unos pocos se hacen ricos y las mayorías se hacen pobres.
Refundar la democracia, refundar los Estados, refundar las Repúblicas y refundar la política requiere entre otras las siguientes acciones:
1.       Refundar los sistemas políticos dando sepultura a todas las formas de jerarquías, monarquías, oligarquías y a la anarquía del mercado y del capital. La democracia es el gobierno de los pueblos y no del mercado.
2.       Pasar de la democracia representativa en la que el poder está al servicio de los intereses de las élites y minorías a la democracia comunal donde no existen mayorías ni minorías, sino más bien las decisiones se toman en consenso, y donde se impone la razón y no el voto.
3.       Promover que la acción política se constituya en un completo y permanente servicio a la vida, que es, a su vez, un  compromiso ético, humano y moral con nuestros pueblos,   recuperando los códigos de nuestros ancestros: no robar, no mentir, no ser flojo y no ser adulón.
4.       El servicio a la patria no puede entenderse con el servirse de la patria como si ésta fuera una empresa; los políticos no pueden emplear los instrumentos administrativos, jurídicos y económicos del Estado para sus intereses privados y personales.
5.       El pueblo, por intermedio de sus organizaciones sociales y comunitarias, debe tomar el poder político construyendo nuevas formas estatales plurinacionales para que nos gobernemos a nosotros mismos en el marco del mandar obedeciendo.
2. EN LO SOCIAL:
MÁS DERECHOS SOCIALES Y HUMANOS CONTRA LA MERCANTILIZACIÓN DE LAS NECESIDADES HUMANAS
En el mundo todavía sigue existiendo una realidad insultante y abusiva que es la de las brechas que existen entre los ricos y los pobres. Esto se debe a una desigual distribución de los ingresos pero también a un acceso desigual y discriminador  a los servicios básicos. El capital y el mercado no resuelven la inequidad y la pobreza, solo privatizan los servicios y lucran con las necesidades. Ya hemos vivido dramáticamente la privatización de los servicios básicos y en especial del agua.
Para resolver las graves inequidades sociales es necesario emprender entre otras  las siguientes acciones:
1.    Es un imperativo avanzar en el reconocimiento, en la legislación internacional y en la normativa nacional de los países del mundo, de que los servicios básicos: el agua, electricidad, comunicaciones y el saneamiento básico son un derecho humano fundamental de las personas en todos los rincones del planeta.
2.    En particular el agua debe constituirse en un derecho humano esencial de las personas porque aporta directamente al desarrollo de la vida de todos los seres del planeta, y es un insumo fundamental para la movilización de todos los procesos productivos.
3.    Conjuntamente con el reconocimiento de los servicios básicos como un derecho humano se debe avanzar en la nacionalización de estos servicios ya que las administraciones privadas marginan a la mayoría de la población de su acceso a estos servicios fundamentales para la vida de las personas al darles un valor económico inalcanzable para muchos.
4.    Es una necesidad concentrar más recursos económicos en los Estados y crear mecanismos de distribución de esta riqueza entre las regiones y la población más necesitada y vulnerable para eliminar en el mundo, en los próximos años, toda forma de pobreza social, material y espiritual a través de la democratización de la riqueza económica.
5.    Es necesario desarrollar la formación de un nuevo ser humano integral que no sea materialista ni consumista y que esté siempre enfocado en la búsqueda del Vivir Bien con una profunda ética revolucionaria basada en la armonía y solidaridad, reconociendo que todos los pueblos del mundo conformamos una gran familia.
6.    Terminar con el monopolio transnacional de la industria farmacéutica y recuperar y fortalecer nuestros conocimientos y prácticas medicinales ancestrales y naturales.
3. EN LO CULTURAL Y ESPIRITUAL:
DESCOLONIZAR NUESTROS PUEBLOS Y NUESTRAS CULTURAS PARA  CONSTRUIR EL SOCIALISMO COMUNITARIO DEL VIVIR BIEN
Hermanas y hermanos: Estamos viviendo en una sociedad donde todo se globaliza y homogeneiza y donde las identidades culturales parecen ser resabios del pasado que todos quieren ignorar. Las culturas milenarias y ancestrales son marginadas de los procesos económicos y políticos y por lo mismo su fuerza y energía cultural y espiritual es despreciada. Esto nos ha llevado a una profunda deshumanización en el mundo y a la discriminación de una riqueza espiritual y cultural que puede darnos las fuerzas necesarias para detener la brutalidad del capitalismo. Para ello es necesario:
1.       Descolonizarnos del racismo, fascismo y todo tipo de discriminación.
2.       Descolonizarnos del mercantilismo y consumismo, del lujo, del egoísmo y de la codicia para promover el Vivir Bien.
3.       Debemos recuperar los conocimientos y códigos de las culturas milenarias en el mundo para fortalecer la conciencia de las personas y de las sociedades sobre la Madre Tierra, entendiendo de que es un ser vivo y sagrado,   de que somos sus hijas e hijos y nos alimentamos de ella, respetando los ciclos de la naturaleza y comprendiendo de que todo lo que existe es parte del equilibrio y de la armonía de la vida. Nacemos del vientre de la Madre Tierra y volvemos a su vientre.
4.       Donde existan múltiples culturas en los países es un imperativo promover la construcción de Estados Plurinacionales que respeten el pluralismo social, económico, jurídico y cultural.
4. CON RESPECTO AL MEDIO AMBIENTE:
POR LOS DERECHOS DE LA MADRE TIERRA PARA EL VIVIR BIEN Y CONTRA EL COLONIALISMO AMBIENTALISTA DE LA ECONOMÍA VERDE
En los últimos años los ideólogos del sistema capitalista han promovido la “economía verde” como la salvación de este modelo de sociedad. Esto no significa más que la mercantilización de la naturaleza en el marco de un capitalismo verde. La economía verde es la economía de la muerte, porque en el marco de un proteccionismo de la naturaleza condena a muerte a los pueblos del mundo. Por lo mismo, condenamos la economía verde como el nuevo colonialismo ambiental y capitalismo verde. Asimismo, nos preocupa  la crisis climática del planeta ya que la comunidad humana que habita nuestra Madre Tierra está en un inminente peligro debido a las consecuencias catastróficas de los desastres naturales en el mundo.
Para transformar este estado de cosas los pueblos del mundo deben impulsar las siguientes acciones:
1.    Exigir a los países que han causado la crisis climática a que cumplan con su responsabilidad histórica de pagar la deuda climática a los pueblos del sur y también que reduzcan drásticamente sus emisiones de gases de efecto invernadero en el marco de compromisos internacionales vinculantes.
2.    Debemos implementar las políticas y acciones necesarias que prevengan y eviten el agotamiento de los recursos naturales asumiendo que la vida depende del sostenimiento de la capacidad de regeneración de los sistemas de vida de la Madre Tierra y del manejo integral y sustentable de sus componentes. Tenemos que tener siempre presente que el planeta puede vivir mejor sin los seres humanos pero los seres humanos no pueden vivir sin el planeta.
3.    Éste es el siglo de la batalla por el reconocimiento universal de los derechos de la Madre Tierra en toda la legislación, tratados y acuerdos nacionales e internacionales para que los seres humanos empecemos a vivir en armonía y equilibrio con el cosmos.
4.    Los países del mundo tenemos que impulsar de forma decidida y agresiva la no comercialización de las funciones ambientales y procesos naturales de la Madre Tierra así como el manejo integral y sustentable de sus componentes. No podemos vender a nuestra sagrada Madre Tierra solamente con las falsas ilusiones de que los mercados van a promover algún financiamiento para nuestros pueblos. Nuestros pueblos y la Madre Tierra no pueden venderse al capitalismo ahora ni nunca.
5. CON RESPECTO A LOS RECURSOS NATURALES:
LA SOBERANÍA SOBRE LOS RECURSOS NATURALES ES LA CONDICIÓN PARA LA LIBERACIÓN DE LA DOMINACIÓN COLONIAL Y NEOLIBERAL Y PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DE LOS PUEBLOS
En muchos países del mundo la principal fuente de riqueza económica se basa en el aprovechamiento de los recursos naturales. Sin embargo, en la mayoría de los países esta riqueza ha sido saqueada y apropiada por manos privadas y potencias transnacionales que se enriquecen a costa de los pueblos. Convocamos a los países a desarrollar las siguientes acciones con relación a los recursos naturales:
1.    Pasar la propiedad de los recursos naturales al Estado en beneficio de los pueblos para que ellos estén  orientados al goce y beneficio de todos.
2.    Impulsar en todos los países del mundo que tienen recursos naturales estratégicos la puesta en marcha de procesos de nacionalización, ya que solamente a través de esta nacionalización se puede quebrar los procesos de colonialismo económico y garantizar el fortalecimiento del Estado con recursos económicos que, a su vez,  impulsen mayores servicios básicos para los pueblos.
3.    Desarrollar procesos de industrialización de estos recursos naturales teniendo siempre presente la protección y el respeto a los derechos de la Madre Tierra.
6. CON RELACIÓN A LA SOBERANÍA ALIMENTARIA:
SABER ALIMENTARSE PARA El VIVIR BIEN IMPULSANDO EL LOGRO DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y EL DERECHO HUMANO A LA ALIMENTACIÓN
La discusión sobre los temas de la seguridad alimentaria se ha realizado en el mundo desde diferentes perspectivas y enfoques como el de la seguridad alimentaria, soberanía alimentaria y el derecho humano a la alimentación.  La alimentación es una parte central en la vida de las personas y en el logro del Vivir Bien y, por lo mismo, los Estados y los pueblos deben promover un conjunto de acciones para:
1.    Avanzar en la construcción del “Saber Alimentarse para el Vivir Bien” recuperando los saberes alimenticios y tecnologías productivas alimenticias comunitarias, donde los alimentos son medicina y parte de nuestra identidad cultural.
2.    Cada país debe buscar garantizar los alimentos básicos que consume su población a través del fortalecimiento de los sistemas económicos, productivos, sociales, culturales, políticos y ecológicos de los productores rurales, con énfasis en la agricultura familiar comunitaria.
3.    Protección de la población de los efectos de la malnutrición con énfasis en el control de la comercialización de alimentos que dañan la salud humana.
4.    Sanciones a la especulación financiera basada en la producción y comercialización de alimentos.
7. CON RESPECTO A LA INTEGRACIÓN Y RELACIONES INTERNACIONALES:
LA ALIANZA DE LOS PUEBLOS DEL SUR CONTRA el intervencionismo, el neoliberalismo y el colonialismo
Nuestros pueblos ancestrales siempre vivieron integrados en culturas, integrados en comercio, integrados en solidaridad y en redes de colaboración. Hoy tenemos que construir y fortalecer nuestros acuerdos de integración entre los pueblos y comunidades, entre los Estados y gobiernos, en un marco de apoyo, colaboración y solidaridad para fortalecer la vida y la humanidad.
Ante la diplomacia de la muerte y de la guerra, del mercantilismo, de la privatización, del saqueo de los recursos naturales, nosotros debemos construir la diplomacia de los pueblos del Sur para fortalecernos desde el Sur.
El Sur no es  ni puede ser un obediente y servil peón de las potencias del Norte. No somos el depósito de la basura industrial ni nuclear de las potencias del Norte, ni somos la fuente inagotable de materias primas para ellas. El Sur está emergiendo con la potencia de los pueblos y los gobiernos patriotas y soberanos,  y está construyendo proyectos de integración comercial, productiva, cultural, tecnológica, económica financiera y social.  Este es un momento en el que los pueblos del Sur, y  también con los pueblos del Norte, debemos compartir, apoyarnos y fortalecernos social, económica y culturalmente.
Una condición para lograr la integración es contar con Estados y pueblos fuertes, gobiernos nacionalistas, patriotas, socialistas, con voluntad política y control nacional, con proyecciones y estrategias de alianzas regionales que configuran un sur que construye proyectos de poder y de integración regional.
La potencia del Sur es su soberanía, el derecho al desarrollo, el apoyo y la solidaridad de los pueblos y los Estados. El Sur está fortalecido, el Sur está hermanado. No habrá Sur fuerte si no hay soberanía, patriotismo, nacionalismo, voluntad de los pueblos y de los Estados de romper las cadenas de la servidumbre colonial y neoliberal.
Para lograr la integración Sur-Sur debemos promover las siguientes acciones.
1.    Conformar coaliciones y alianzas poderosas para suscribir Tratados de la Vida compartir conocimientos, tecnología y provisión de recursos financieros y no Tratados de Libre Comercio que son tratados de la muerte para los pueblos del Sur y también para los pueblos del Norte.
2.    Construir un mecanismo para el desarrollo integral y la integración entre los Estados y pueblos del Sur que incluya las áreas de conocimientos, tecnologías, energía, producción de alimentos, financiamiento, salud y educación entre otros.
3.      Avanzar en el hermanamiento de los pueblos del Sur con los pueblos del Norte para destruir el imperialismo y construir el horizonte civilizatorio del Vivir Bien en armonía y equilibrio con la Madre Tierra.
8. CON RESPECTO AL CONOCIMIENTO Y TECNOLOGÍA:
El Conocimiento y la Tecnología son instrumentos fundamentales para lograr el desarrollo integral, la erradicación de la pobreza y del hambre
El conocimiento y la tecnología son fundamentales para la provisión de medios de comunicación, educación, servicios básicos y para el emprendimiento industrial, los emprendimientos energéticos, la transformación de las materias primas y la producción de alimentos; en definitiva para impulsar nuestras economías. Hoy en día los países desarrollados protegen ciegamente sus tecnologías a través de patentes y licencias y nos impiden acceder a ellas. Si queremos tecnología tenemos que entrar a sus mercados de tecnologías. No hay solidaridad, no hay complementariedad tecnológica posible con los países desarrollados. El monopolio de la tecnología es un instrumento de poder para controlar a los países en desarrollo. Las potencias transnacionales de los países ricos y desarrollados y el imperialismo no comparten tecnología ya que sólo quieren venderla para dominarnos y crear dependencia.
Por ello, hoy más que nunca, es fundamental impulsar las siguientes acciones:
1.    Construir la convergencia entre los conocimientos, saberes, técnicas y tecnologías ancestrales y comunitarias con las prácticas y tecnologías de la ciencia moderna para contribuir a la creación de condiciones para Vivir Bien y protección de la Madre Tierra.
2.    Desarrollar conocimientos y tecnologías propias rompiendo la dependencia tecnológica a las potencias transnacionales del norte.
3.    Contra el egoísmo mercantilista de las potencias transnacionales del Norte construiremos el colaboracionismo, la solidaridad y la complementariedad de los pueblos y los países del Sur conjuntamente con los pueblos del Norte.
9. CON RESPECTO A LA INSTITUCIONALIDAD INTERNACIONAL:
DEBEMOS CONSTRUIR UNA INSTITUCIONALIDAD MUNDIAL DE LOS PUEBLOS, DE LOS POBRES, DE LA MADRE TIERRA. NO ACEPTAMOS NI PERMITIMOS EL INTERVENCIONISMO NI EL NEOLIBERALISMO DE LAS NACIONES UNIDAS Y DE LA INSTITUCIONALIDAD DEL IMPERIO DEL CAPITAL
La institucionalidad mundial colonial  está diseñada para someter y engañar a los pueblos. A nombre de la libertad y la democracia organismos como la OTAN e incluso la ONU, a través del famoso Consejo de Seguridad, invaden países, destruyen pueblos, legalizan y amparan las masacres. No se debe permitir ni admitir la construcción de bases militares e industria bélica para dominar a los pueblos con el pretexto de la seguridad nacional. Primero está la seguridad de los pueblos, la vida y la Madre Tierra. El armamentismo es el negocio de la muerte que enriquece al capitalismo y destruye el planeta.
La maquinaria institucional mundial de las llamadas Naciones Unidas está diseñada para destruir la voluntad soberana de los pueblos. Ahí trabaja una burocracia al servicio del capital y del imperialismo. Los pueblos del mundo no aceptamos que organismos internacionales se adjudiquen el derecho  de la invasión y de la intervención. La ONU no tiene moral para imponer. Los pueblos del mundo no aceptamos esa institucionalidad elitista de los burócratas del imperio.
De las entrañas de la ONU nació la economía verde privatizadora, que nosotros la entendemos como la economía negra de la muerte; de esas entrañas nacen las recetas de la privatización y del intervencionismo. La ONU parece ser la Organización para las Naciones Ricas y Poderosas, quizás debería llamarse ONI, Organización de las Naciones Imperialistas. Esa ONU nosotros no queremos, la desconocemos.
Esa burocracia neoliberal, la burocracia de la economía verde y de la privatización, la burocracia que promueve  los ajustes estructurales, esos funcionarios del capital e ideólogos de la dominación y la pobreza, actúan con la convicción patriarcal y colonial de que los pueblos y países en desarrollo somos incapaces y estúpidos y que para salir de la pobreza debemos seguir fielmente sus recetas del desarrollo.
Para construir una nueva institucionalidad de los pueblos del mundo hacia el Vivir Bien debemos desarrollar las siguientes acciones.
1.    Construir las condiciones institucionales y jurídicas para que nuestros pueblos y países vivan con dignidad y soberanía sin intervencionismo y sin bases militares extranjeras.
2.    Liberarnos de las ataduras ideológicas y políticas de los organismos mundiales financieros como el BM y el FMI y de sus satélites e intelectuales de la dominación neoliberal construyendo nuestras propias instituciones para el diseño y asesoramiento de políticas hacia el Vivir Bien.
3.    Construir una Organización Mundial de los Pobres, una Organización Mundial de la Justicia, una Organización Mundial de la Soberanía de los Pueblos, una Organización Mundial de la Madre Tierra, una Organización de la Asamblea de los Pueblos del Mundo.
10. EN LO ECONÓMICO FINANCIERO:
EL DESARROLLO ECONÓMICO NO DEBE ESTAR ORIENTADO AL MERCADO, AL CAPITAL Y A LA GANANCIA; EL DESARROLLO DEBE SER INTEGRAL Y ESTAR ORIENTADO A LA FELICIDAD DE LA GENTE, A LA ARMONÍA Y AL EQUILIBRIO CON LA MADRE TIERRA
El capitalismo sólo globaliza la pobreza, el hambre, la injusticia social, destruye los derechos humanos, los derechos sociales, económicos, culturales, destruye el medio ambiente. El capitalismo salvaje crea pobreza y hambre. El sistema financiero capitalista mundial es colonialista e imperialista, es un arma de los países poderosos para someter a los países en desarrollo y a los pueblos, para privatizar y mercantilizar, para someternos al control de las oligarquías y a la anarquía mercantilista del capital.
Por eso, debemos desconocer y desmontar el sistema financiero internacional y sus satélites: el FMI y el BM.
Llamamos a los pueblos y a los gobiernos del mundo a romper las cadenas de la esclavitud del colonialismo financiero, ya que sólo la soberanía financiera y económica podrá permitirnos  decidir soberanamente nuestro futuro.
Para lograr la soberanía en lo económico y lo financiero, debemos encarar las siguientes acciones:
1.      Se debe configurar un nuevo orden económico y financiero internacional basado en los principios de equidad, soberanía nacional, intereses comunes, armonía con la naturaleza, cooperación y solidaridad entre los Estados y pueblos. Este nuevo orden debe estar orientado a cambiar los patrones de producción y consumo no sustentables, a disminuir sustancialmente la brecha entre ricos y  pobres, y entre los países desarrollados y en vías de desarrollo.
2.      Debemos construir una nueva arquitectura y sistema financiero mundial, regional y nacional que esté libre de las ataduras y de los tentáculos de poder del BM y el FMI. La nueva arquitectura y el nuevo orden financiero de los pueblos y para los pueblos.
3.      Es imprescindible construir nuevos marcos legales e institucionales en el nivel nacional e internacional y desarrollar un sistema de  regulación y monitoreo del sector financiero. Los Estados y los pueblos deben controlar las finanzas privadas y no someterse al servilismo colonial del gobierno financiero de los intereses privados.
4.      Debemos liberarnos de esa atadura colonial llamada Deuda Externa, que sólo sirve para chantajearnos, obligarnos a entregar nuestras riquezas, privatizar nuestros recursos naturales y destruir la soberanía de los pueblos y los Estados. La Deuda Externa colonial es el mecanismo de exacción y empobrecimiento que azota a los países en vías de desarrollo y limita su acceso al desarrollo. Nuestro llamado es a cancelar esta Deuda Externa injusta. No más inequidad. No más pobreza. Es hora de distribuir la riqueza.
5.      Los países en desarrollo debemos crear nuestros propios instrumentos financieros. Debemos crear el Banco Mundial de los Pobres y de los Pueblos Soberanos del Mundo. No podemos depender de los donativos y de los préstamos condicionados del sistema financiero colonial capitalista. Debemos unirnos, integrarnos y eso implica también la construcción de nuestros propios sistemas financieros populares, comunitarios, estatales y soberanos.
6.      Construir y fortalecer mercados regionales solidarios y complementarios, sustituyendo las políticas de competitividad promovidas por el capitalismo por políticas de  complementariedad que nacen del horizonte civilizatorio del Vivir Bien
Nuestra visión del Socialismo Comunitario del Vivir Bien está basada en los derechos y no en el mercado, está basada en la realización plena de la felicidad de la gente, de los pueblos y poblaciones, a través del cumplimiento integral de los derechos de los pueblos, las personas, los Estados y la Madre Tierra, de manera complementaria, incluyente e interdependiente.
La nueva época es la del poder del trabajo, el poder de las comunidades, el poder de la solidaridad de los pueblos y de la comunión de todos los seres vivos para que juntos constituyamos la Madre Tierra y el Socialismo Comunitario  del Vivir Bien.
Hermanas y hermanos: Les agradezco su paciencia para  escuchar este Manifiesto de la Isla del Sol que expresa diez mandamientos por la Vida y por la Humanidad. Es un Manifiesto basado en la experiencia del pueblo boliviano que puede apoyar la liberación de  todos los pueblos del mundo.
Hermanas y hermanos, dirigentes del Abya Yala, de América y del mundo, como pueblo y como fuerzas sociales tenemos una enorme responsabilidad: salvar el planeta para salvar la vida y la humanidad; por eso agradecemos su presencia en este día histórico del Solsticio de Verano, inicio del tiempo del Pachakuti.
Finalmente,  quiero agradecer a las comunidades indígenas originarias de la Isla del Sol por habernos permitido compartir nuestras vivencias. Agradezco a las organizaciones sociales,   a las Fuerzas Armadas, a los ministerios, a nuestros dirigentes departamentales y nacionales por organizar una linda fiesta de esperanza para los pueblos del mundo.
Ayúdenme a decir:
¡Jallalla pueblos del mundo!
¡Kausachun pueblos del Mundo!
Evo Morales

TOMADO DE CUBADEBATE

sábado, 13 de septiembre de 2014

El trabajo ideológico, de comunicaciones y propaganda

El trabajo ideológico, de comunicaciones y propaganda

Juan Andrés Lagos (El Siglo)

Es indudable que una de las grandes fortalezas del sistema de dominación que opera en Chile es el poder hegemónico sobre los espacios mediáticos; los medios de información y de prensa; los contenidos de las agendas culturales y artísticas y las bases materiales que fundan esta suerte de totalitarismo integral.
La sociedad chilena está muy lejos de ser una sociedad de ciudadanos en un contexto plural. El sistema ideológico y cultural dominante se ejerce desde un poder incontrarrestable, hasta ahora,  y tiene como propósito distanciar y neutralizar todo intento emancipador desde la misma sociedad, evitando el surgimiento de ideas, paradigmas, procesos y movimientos que podrían abrir grietas al propio sistema.
El pluralismo político, ideológico, cultural y valórico son cuestiones absolutamente pendientes para la construcción de un Estado democrático de verdad, y en rigor los espacios de pluralismo y democracia, en estos ámbitos, se han conquistado con mucho esfuerzo y absolutamente a contracorriente.
Ciertamente que la acción orgánico-política de los partidos y fuerzas de izquierda y progresistas, así como de los movimientos y expresiones sociales, artísticas y culturales surgidas en la batalla emancipadora, que construye nuevos sujetos socio-políticos, es clave en este quehacer, para romper la hegemonía reinante.
Del mismo modo, es necesaria una política de alianzas que en medio del debate de ideas y lucha ideológica va conquistando mayores espacios para las propuestas, valores e ideas que emergen hacia un nuevo paradigma democrático y popular.
De la rica herencia leninista, en este aspecto, podemos rescatar y proyectar la concepción que refiere a la agitación y propaganda (comunicaciones en los hechos), como el instrumento privilegiado para generar procesos de dirección política en y desde las masas. En otras palabras, las comunicaciones, la agitación y propaganda, la acción artístico-cultural, como procesos de construcción de identidad de sujetos que asumen y construyen dirección política en movimiento. También que disputan con el poder hegemónico en el terreno de las ideas, valores y creencias.
La concepción leninista, en este sentido esencial, se distancia de toda mirada burocrática de los procesos comunicacionales e ideológicos, y por cierto de toda mirada burocrática de los procesos políticos.
En la historia del Partido Comunista de Chile y del Movimiento Popular chileno, estos aspectos han tenido gran relevancia, y se nos presentan como un fuerte e intenso acervo en el quehacer político y orgánico.
Esta herencia nos proviene de los fundadores, desde el propio Luis Emilio Recabarren, quien dedicó sus principales esfuerzos políticos a construir y organizar periódicos obreros y populares; al arte y en especial al teatro; a escribir y dar una intensa lucha ideológica en medio del intenso proceso de construcción política y social de clase obrera naciente.
Así como fue todo eso, también supo comprender la necesidad de dar la batalla en el Parlamento burgués, y por ello luchó para ser elegido parlamentario y fue un parlamentario del naciente campo popular.
En el presente, el PC y las fuerzas fundantes de esta nueva etapa de construcción de la izquierda deben asumir con creatividad e intensidad este desafío, en estos ámbitos.
Se requiere colocar en el centro de la actividad política y orgánica los asuntos de la AGP, de las comunicaciones, de la cultura y el arte, insertos en los procesos de acumulación de fuerzas desde el campo popular.

Se requiere avanzar en un camino que por momentos se nos ha debilitado demasiado. Este es el momento para que en las estructuras de dirección partidaria y del movimiento socio-político que se desarrolla debatan ideas, planes, acciones, discursos.
Si en esto avanzamos, con rapidez, estaremos abriendo grandes potencialidades de crecimiento al movimiento y al Partido en las masas. De lo contrario, será más largo, lento y tedioso, y el riesgo de reproducir lo orgánico en el quehacer de masas puede burocratizar nuestra propia actividad política.
Tenemos instrumentos y un gran acervo para enfrentar esta tarea, y sobre esas bases hay que empezar a apurar el tranco.
16 abril 2009


Presidente de la FELAP: “El periodismo independiente no existe”

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Gonzalo León (Punto Final)
La Felap, sigla de la Federación Latinoamericana de Periodistas, existe desde 1976 y tiene su sede en México. Según señalan sus estatutos, “alberga a más de cincuenta instituciones ligadas al estudio y la práctica de la comunicación y el periodismo”. Desde 2007 el presidente de la Felap es el periodista argentino Juan Carlos Camaño. Y como voz autorizada en todo lo que está pasando en materia de medios, no sólo en Chile sino que en América Latina, lo entrevistamos. 
Camaño es claro al señalar que la Felap “edita revistas, libros, establece relaciones, en la unidad de acción, con otros sectores del movimiento popular a partir de cada una de sus organizaciones en cada país, y tiene presencia en todo foro internacional donde se debate la realidad de los trabajadores de la prensa: ya sea en cuanto a los derechos humanos, el libre ejercicio de la profesión, la lucha salarial y de mejores condiciones de trabajo”. Pero también esta organización se preocupa por aquellos periodistas que han sido asesinados o desaparecidos, como sucede hoy en México, por ejemplo.

-¿Cómo analiza el panorama de los medios de comunicación en América Latina? ¿Aún los medios siguen unidos al poder económico y por consiguiente, a la derecha? 
-Es un panorama que en los últimos años ha sufrido alteraciones interesantes, ante la aparición de más voces con más soporte técnico en la lucha contra la hegemonía mediática de los poderosos. No hablo, claro está, de un cambio en la correlación de fuerzas, sino de avances que permiten recuperar ‘musculatura’ en la pelea por la justicia social. 
-En varios países se habla de romper el cerco informativo con los medios digitales. ¿Estos medios son eficientes para romper ese cerco o son necesarios los medios escritos y audiovisuales, en donde la gente masiva y democráticamente tenga acceso a esa información? 
-La historia de la Felap responde en esencia, como lo señala su consigna madre, a la lucha por ‘un periodismo libre en patrias libres’. Entonces es obvio que la lucha de la Felap no se remite a una cuestión corporativa y que todo vehículo-transporte de información-comunicación debe ser usado para la defensa de los intereses de las grandes mayorías sociales. Para romper el cerco no hay que descartar ninguna forma que contribuya a lograr ese objetivo. Hoy hay gobiernos que tomando el testimonio de organizaciones de periodistas, de organizaciones populares, libran una encomiable batalla por la democratización de la información-comunicación. 
-La ley de medios en Argentina, promovida por Néstor Kirchner, estableció a los servicios de comunicación audiovisual como de “interés público, de carácter esencial para el desarrollo sociocultural, que exteriorizan el derecho humano de expresar, recibir, difundir e investigar informaciones, ideas y opiniones sin censura”. ¿Existe una regulación similar para los medios escritos o esta ley se considera una extensión válida para éstos? 
-La Ley de Medios Audiovisuales en la Argentina forma parte de ese paso de avance. Es el resultado de años de luchas, de resistencias y denuncias llevadas a cabo por organizaciones como la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba), junto a la organización que dirijo y otros actores sociales. Años de neoliberalismo rabioso, en los que luchábamos casi en soledad enfrentando a los poderes fácticos, mientras muchos minimizaban el problema o se hacían los distraídos.

-¿Qué opinión le merecen los conglomerados como Clarín en Argentina o Copesa, en Chile? ¿Es efectivo combatirlos con otros conglomerados? 
-La Felap ha planteado siempre que la lucha contra los oligopolios y monopolios es una lucha ideológica y política, y que en un mapa de medios amplísimo y complejo, cada confrontación en un país determinado requiere de un serio conocimiento de los actores en disputa. Ahora, dentro de los ‘conglomerados’ que se confrontan con los conglomerados del poder real, hay diferentes conductas periodísticas y patronales. Con algunas estamos de acuerdo, con otras no. Mucho menos cuando hay quienes nos quieren arrastrar a peleas sin diseñar con nosotros la estrategia y la táctica del conflicto. Tenemos por definición la decisión de no ir nunca ciegos a ninguna batalla. Es un principio de autonomía que respeta a otros y exige, también, que se nos respete.

-¿Una democracia debería asegurar el acceso a la información, o eso lo regula el mercado? ¿Se puede confiar en el mercado para asegurar la libertad y diversidad de expresión? 
-A esto te voy a responder con una máxima, en materia de definición ideológica, que distingue el sentido medular de la lucha de la Felap y de las organizaciones que componen la Felap: ‘No hay democracia informativa sin democracia económica’. Esto, que algunos confunden con una consigna pasada de moda, es la respuesta a la mentira que se nos quiso imponer acerca del fin de la historia y de las ideologías. El mercado es una trituradora de carne humana en un mundo lleno de alienaciones tales como la explotación laboral esclavista de viejo y nuevo tipo, las fantasías casi patológicas de la sociedad de consumo y la dinámica de reproducción y uso irracional de la tecnología. Sin democracia económica, entonces, todo es injusticia.

-¿Cómo ve el papel que ha jugado la prensa en el conflicto de los estudiantes en Chile? ¿Existe preocupación desde la Felap, ya que casi no existen medios de oposición?

-A pesar de las distorsiones y los intentos que la prensa hegemónica pueda haber hecho para desmerecer la protesta estudiantil, estimo que no lo logró. El conflicto recorre el mundo y el carácter del conflicto ha quedado claro. Eso ocurre al mismo tiempo que en la feroz crisis del capitalismo son evidentes otros grandes conflictos: por el pan, el trabajo, la vivienda, la salud pública, la tierra, el petróleo, el agua. Sí, a la Felap le preocupa que los dueños del dinero, en Chile o en cualquier lugar del planeta, barran con los medios que se le oponen. 
-¿Quién es mejor para la Felap: el periodista militante o el independiente? ¿O cómo analizan ambas figuras?

-El periodismo independiente no existe. No existió nunca, ni existirá. Como dijera Marx: ‘la historia de la Humanidad es la historia de la lucha de clases’, y en esa realidad nadie es independiente, ni siquiera quien lo diga mil veces, haciendo ridícula abstracción de la sociedad. 
-Por último, ¿qué países en Latinoamérica están siendo exitosos en ofrecer una amplia gama de información? ¿La Felap hace algo para que eso ocurra? 
-La información-comunicación-mundo responde mayoritariamente a lo antes denunciado. Contra eso la Felap no se calla, mantiene vivos sus centros de capacitación y formación en Buenos Aires y en La Habana; la coordinación entre sus organizaciones para exigir la defensa de la vida de los periodistas -a través de la Comisión de Investigación de Atentados a Periodistas, con sede en Chile-; el Plan Salud de los Periodistas, del que ya participaron hasta aquí miles de trabajadores de prensa de Chile, Cuba, Argentina, Ecuador, México, República Dominicana, Nicaragua, Puerto Rico, Panamá, Paraguay y Perú, quedando pendiente para este año, Guatemala y Brasil.


Miguel Enríquez y la utopía revolucionaria

Manuel Cabieses Donoso (Punto Final)
El sacrificio de intereses personales, capaz de alcanzar el heroísmo en defensa de ideales y convicciones políticas, ya no existe en Chile. Sus últimas manifestaciones desaparecieron durante la larga jornada que comenzó con La Moneda en llamas y que se prolongó 17 años en desigual lucha contra la dictadura. La resistencia al terrorismo de Estado costó las vidas de miles de chilenos. La tortura, la prisión y el exilio se abatieron sobre muchos más. La derrota, el temor, la desilusión y las traiciones hicieron lo suyo.
El país cayó en el abismo al que lo empujó el neoliberalismo reforzado por una pandilla de generales. Enseguida vino la interminable transición a la democracia y con ella, el cambio de piel de partidos que ayer fueron democráticos pero se convirtieron en fieles administradores de la herencia económica, social y cultural de la dictadura. El país fue reeducado en el olvido, generador de los vergonzosos niveles de ignorancia política que exhibe hoy. En las tinieblas del atraso político -que esconde una espantosa desigualdad social- quedaron la historia, la identidad y hasta el alma del país. Chile se hizo ajeno a América Latina e indiferente a sus luchas que ayer también fueron las nuestras.
Sin embargo, esto no será eterno y es ley de la vida que debe cambiar. Llegado el momento de levantar un nuevo proyecto de liberación económica, política y social, Chile evocará a sus héroes. Allí estará el legado de sus ideas que permitirán abrir las “grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”. En ese momento de ardiente creación colectiva, junto a la sombra inspiradora de Salvador Allende estará la de Miguel Enríquez, el joven revolucionario al que recordamos en este aniversario de su muerte. Ambos son ejemplos de valor y de resuelta disposición a entregar la vida -que amaban apasionadamente- por sus ideales. Ellos dejaron una herencia preciosa: sus ideas revolucionarias que en esta hora de América Latina vuelven a convocar a la militancia y a la acción. 
Un jefe de revolución
Hace 35 años -en la tarde del 5 de octubre de 1974-, Miguel Enríquez Espinosa cayó combatiendo a la dictadura. De 30 años, médico, nacido en Concepción, Miguel era secretario general del MIR desde 1967. Se negó a salir al exilio después del golpe militar, cuando muchos compañeros se lo pedían para proteger a un cuadro excepcional. Pero él prefirió sumergirse en la clandestinidad. Afrontando enormes dificultades se dedicó a organizar un movimiento de Resistencia Popular. Su incesante actividad fue dejando huellas, que finalmente condujeron a los servicios de seguridad hasta su refugio en la calle Santa Fe de la comuna de San Miguel. Allí, junto a su compañera, Carmen Castillo Echeverría -que fue capturada herida-, y a otros dos camaradas -Humberto Sotomayor y José Bordaz, que lograron huir-, se enfrentó a las fuerzas represivas. Su negativa a rendirse sólo terminó con la muerte. Su cuerpo desnudo y destrozado fue entregado al día siguiente -por mediación de un obispo católico- a sus padres. “Tenía diez heridas a bala. Una de ellas, la última, le entró por el ojo izquierdo y le destrozó el cráneo”, relató su padre, el doctor Edgardo Enríquez Frödden.
El 7 de octubre a las 7.30 de la mañana, sólo ocho miembros de la familia fueron autorizados para sepultarlo en el Cementerio General de Santiago. Un destacamento de carabineros vigilaba de cerca. “Miguel Enríquez Espinosa, hijo mío”, dijo su madre con voz entera en el momento en que depositaba el único ramo de flores permitido, “hijo mío, tú no has muerto. Tú sigues vivo y seguirás viviendo para esperanza y felicidad de todos los pobres y oprimidos del mundo”(1). El 15 de agosto de 1965 Miguel fue uno de los fundadores del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y pasó a dirigirlo dos años después. Era respetado no sólo por sus camaradas, sino también por muchas personas con las que tuvo fuertes polémicas. En esos debates -a pesar de su juventud- demostraba amplio conocimiento de los temas y capacidad para exponer con claridad sus ideas.
Ya a los 17 años Miguel organizaba movilizaciones en Concepción en defensa de la Revolución Cubana, cuando la invasión imperialista de Playa Girón. El proceso que forjó su liderazgo y que trazó la identidad del MIR se inspiraba en la formación política y armada de sus militantes, y estuvo muy influido por Cuba revolucionaria. Es efectivo lo que dijo un dirigente del Partido Comunista de ese país, en 1974: “Quizás si en la personalidad revolucionaria de Miguel Enríquez, en el fuego juvenil de los combatientes del MIR, e incluso en la intransigencia revolucionaria que les caracterizaba y que en ocasiones nos hacía desear que adoptaran mayor flexibilidad ante las situaciones políticas concretas, está sin embargo una de las más nítidas imágenes de la influencia de Cuba en el movimiento revolucionario latinoamericano”(2).
La forma en que la dirección del PCC valoraba a Miguel se refleja en ese discurso de Armando Hart. Compara al revolucionario chileno con héroes del asalto al Cuartel Moncada y de la lucha revolucionaria contra la dictadura de Fulgencio Batista. “Para transmitir al pueblo cubano -dijo Hart- una imagen de su personalidad, de su significación, de lo que él representa para el futuro de Chile, recordemos nombres como los de Abel Santamaría, José Antonio Echeverría y Frank País”. Y añadió categórico: “Miguel Enríquez no había dado de sí todo lo que era capaz de dar. Si se le mide por lo que ya era, hay que destacar, sin temor a que el sentimiento o la emoción nuble el razonamiento, que en Miguel Enríquez despuntaba un jefe de revolución”. Es cierto, Miguel -después de la heroica muerte de Salvador Allende en La Moneda- representaba la posibilidad de construir un nuevo liderazgo revolucionario que recogiera la lección que dejaba la conspiración para derrocar a Allende fraguada por la derecha, la Democracia Cristiana, el imperialismo y las fuerzas armadas. El liderazgo de un jefe capaz de conducir las acciones armadas, políticas y sociales para derrocar a la dictadura e iniciar la construcción de una sociedad democrática y socialista.

El país que cambió
Hace 35 años esa esperanza se tronchó con la muerte de Miguel Enríquez. La brutalidad del terrorismo de Estado y los devastadores efectos culturales del modelo neoliberal, frustraron los intentos de la Resistencia Popular y del Frente Patriótico Manuel Rodríguez por cultivar la esperanza revolucionaria. Pero en definitiva, la dictadura fue obligada a regresar a sus cuarteles. La iniciativa política quedó en manos de los sectores burgueses que venían siendo preparados para la transición por el Departamento de Estado norteamericano y la Socialdemocracia europea. El Chile de hoy es un país muy distinto al de Allende, Miguel y los miles de héroes y mártires de la Izquierda chilena. La solidaridad, soporte de los sueños colectivos y de la conciencia del deber social -que en Chile había alcanzado altas cimas-, ha desaparecido casi por completo. El país carece de una utopía que permita unir y movilizar las fuerzas para avanzar hacia el horizonte de justicia social. El pueblo chileno es tratado como un rebaño de ovejas que se resignan a cumplir ese papel. Se encuentra a merced de la oligarquía que maneja sus sentimientos y expectativas a través de los medios de comunicación. Ha quedado sin capacidad crítica, carente de participación y sin voluntad política para remover los obstáculos que impiden alcanzar una plena democracia. El actual período electoral, que permite cierto grado de atención a temas barnizados de política, prueba el empobrecimiento del ciudadano en tanto agente activo y crítico del desarrollo democrático.
Los candidatos con posibilidades de victoria -consagrados en esa condición mediante la complicidad de mañosas encuestas y manipulaciones de la prensa oligopólica-, representan más de lo mismo. Ninguna propuesta toca el corazón del sistema. Ninguno se compromete con una Asamblea Constituyente que elabore una Constitución democrática. Ninguno plantea medidas que hieran los poderosos intereses nacionales y extranjeros que controlan la economía. (En este punto cabe una digresión. Como consecuencia de la crisis capitalista que ha dejado en evidencia la incapacidad del mercado para autorregularse, los administradores del sistema comienzan a eludir responsabilidades. Se escucha nada menos que al ex presidente Ricardo Lagos criticando al neoliberalismo, aunque el suyo fue uno de los gobiernos más neoliberales del mundo. Lo mismo sucede con la presidenta Michelle Bachelet que habla del “fin del paradigma neoliberal” y reivindica el rol del Estado. Sin embargo, su gobierno no ha hecho otra cosa que respetar las reglas de juego del neoliberalismo. Por último, el candidato presidencial de la Concertación, Eduardo Frei, reclama “Estado y más Estado”, pero su gobierno privatizó el agua potable, los puertos, etc.).
Ninguno de los candidatos creados por los titiriteros de la política hace mención a los escandalosos privilegios de las fuerzas armadas, sus descomunales gastos en armamentos y sus excepcionales regímenes de previsión, así como al peso determinante que siguen teniendo en la conducción del país. Ningún candidato responde a las demandas del pueblo mapuche. Ninguno se compromete con una solución a la justa demanda de Bolivia de una salida soberana al mar. Ninguno plantea terminar con las AFPs, ni se pronuncia por una salud y educación públicas. Tampoco por renacionalizar el cobre -de nuevo en manos extranjeras-, ni por nacionalizar la banca e impulsar una reforma tributaria de verdad. Los vacíos -y silencios- son enormes en los programas de los candidatos presidenciales. Así lo demostró el mediocre “debate” televisivo reciente. Es imposible encontrar en sus discursos ni el atisbo de un proyecto de sociedad más justa. De una u otra manera, se declaran continuadores del gobierno de Bachelet, incluyendo al aspirante derechista. El futuro gobierno será por lo tanto, continuista en su esencia.

Pero hay un futuro…
Demasiado tiempo ha perdido la Izquierda en reconstruir la utopía de este tiempo. Se ha enredado en minucias y discusiones estériles, atrapada entre un discurso reformista y parlamentarista y una lluvia de consignas dogmáticas, sin contenido, que producen más rechazo que adhesión. Se han puesto en primer plano los intereses de partidos, grupos y personas. Así se ha conseguido anular las posibilidades de un proyecto común y dispersar todavía más las escasas fuerzas. Una parte de la Izquierda se ha contaminado del pragmatismo de la contracultura neoliberal. Ha terminado por aceptar, en los hechos, que la lucha por el socialismo no tiene viabilidad en Chile y que éste es un tema anticuado, propio de soñadores. Ha renunciado en la práctica a presentar una propuesta de carácter socialista que permita elevar el contenido del discurso político. Y esto, mientras el capitalismo atraviesa una profunda crisis y la depredación del planeta pone en juego la vida de la especie humana. Chile se derechiza mientras en América Latina hace camino una corriente socialista que ya es gobierno en varios países. El socialismo del siglo XXI plantea propuestas para nuestra época. La integración económica, la cooperación energética, la Alianza Bolivariana por los Pueblos de Nuestra América (Alba), el Banco del Sur, etc., son las herramientas de ese proyecto que avanza.
Tomar conciencia de que vivimos una época favorable para la utopía revolucionaria, debería promover en Chile la reconstrucción de una Izquierda en lucha por cambios profundos y radicales. Ese era el objetivo por el que los revolucionarios de ayer estuvieron dispuestos a entregar sus vidas. Como Allende, Miguel y tantos más.
Notas
(1) Discurso del Dr. Edgardo Enríquez (1912-1996), ex director del Hospital Naval de Talcahuano, ex rector de la Universidad de Concepción, ex ministro de Educación del presidente Allende, en la inauguración del Hospital Clínico Miguel Enríquez en La Habana, 1975. La madre de Miguel fue la señora Raquel Espinosa Townsend (1913-2003).
(2) Armando Hart Dávalos, miembro del buró político del Partido Comunista de Cuba, en el acto de homenaje a Miguel en el Teatro Lázaro Peña de la Central de Trabajadores de Cuba, 21 de octubre de 1974. En el mismo acto habló Edgardo Enríquez, hermano de Miguel, miembro de la comisión política del MIR. Detenido en Buenos Aires por la Operación Cóndor el 10 de abril de 1976, desde entonces es un desaparecido.
(EDITORIAL PUNTO FINAL, 695, octubre 2009)

Chile: Ovejas o ciudadanos

(Editorial de Punto Final)
Sometidos a una permanente erosión ideológica y cultural por la acción combinada de la televisión, radio y casi todos los medios escritos, muchos chilenos parecen vivir un pesado sopor respecto a sus derechos más elementales y en la más absoluta ignorancia política. No parecen importar la desigualdad creciente entre pobres y ricos, la concentración de la riqueza en pocas manos, el imperio del lucro y el individualismo, el aumento acelerado del desempleo como efecto de la crisis capitalista, la explotación y la discriminación vergonzosa que sufren los pobres en general y sectores como el pueblo mapuche, en especial.

Asistimos a un gigantesco acto de prestidigitación política: los más agudos problemas parecen desvanecerse mediante la parafernalia publicitaria que alienta un loco consumismo y el circo embrutecedor de la política convertida en espectáculo. Es cierto -reconocen todos- que hay sufrimientos y desigualdades profundas, pero esos males no tienen remedio y pueden ser metabolizados por el sistema de manera cínica, concediéndoles espacio en la farándula que convierte la miseria, las carencias y el dolor en banalidades humillantes. El mensaje de los medios es que debemos conformarnos con lo que hay, porque pretender algo más es peligroso, y podría retrotraernos a la crisis de los 70. Todo el aparataje del sistema de dominación quiere convencernos que no hay salida a esta situación, que no es posible una sociedad en que imperen la armonía y la igualdad de derechos y deberes. Se nos ha convertido en un rebaño de ovejas, cuya mansedumbre y conformismo están muy lejos de la concepción del ciudadano participante y activo de una república democrática.

En este clima avanza la campaña electoral. En menos de 150 días tendremos nuevo presidente de la República y nuevo Congreso. El triunfo de la derecha es una posibilidad que se avizora real. Por lo demás, esto ha estado a punto de ocurrir en las dos elecciones presidenciales anteriores, en que tanto Ricardo Lagos como Michelle Bachelet se salvaron raspando en segunda vuelta, sólo por representar el “mal menor”. En la última elección presidencial los candidatos de la derecha, Sebastián Piñera y Joaquín Lavín, acumularon en primera vuelta 3.376.302 votos, en tanto Bachelet consiguió 3.190.691 (y Tomás Hirsch, candidato de humanistas y comunistas, recibió sólo 375.048 votos). En el balotaje Bachelet obtuvo casi 500 mil votos adicionales, provenientes de la Izquierda e independientes, lo que mantuvo a la Concertación en el gobierno por un cuarto período.

Sin embargo, parece que esta vez el factor del “mal menor” no jugará el mismo rol. Tanto por el desgaste de la Concertación -acentuado por la corrupción y el debilitamiento de sus partidos- como por el eclipse de toda diferencia sustantiva entre el bloque de gobierno y la Alianza derechista. La oligarquización de la política, que ha permitido nacer a una casta que comparte privilegios y espacios exclusivos, ha cavado un abismo entre el pueblo y la política. Votar por un candidato de la Concertación o de la Alianza es jugar a una ruleta en que siempre gana la banca.

Desde hace meses, el especulador financiero y dueño de medios de comunicación, Sebastián Piñera, se mantiene a la cabeza de las encuestas, tanto de las serias como de las otras. El escenario político parece ser cada vez más favorable a sus pretensiones, debido a la descomposición de la Concertación y a que decenas de millones de dólares -aportados por las grandes empresas que invierten en influencia política- se gastarán en las elecciones de diciembre. Esos recursos servirán para nublar todavía más la visión de los electores. Por primera vez en más de 50 años, la derecha está en situación de llegar democráticamente al gobierno, controlando lo poco que le queda por manejar. Esto sería, sin duda, peor para los pobres. El posible triunfo de la derecha será también consecuencia de lo que ha hecho la Concertación, que representa un proyecto agotado tras veinte años de gobernar en coyunda con la derecha, salvo en lo relativo a violaciones de los derechos humanos ya que hasta ahora no ha aceptado la impunidad. La superexplotación de la clase trabajadora, en cambio, ha aumentado -en especial durante el gobierno de Ricardo Lagos- a un extremo que envidiaría el más conservador de los gobiernos. Mucha gente cree que con Piñera las cosas no serían muy distintas a como lo serían con Eduardo Frei. Y tienen razón. Así como tampoco lo serían con Marco Enríquez-Ominami. Todos ellos -los candidatos favorecidos por las encuestas- se declaran fervientes partidarios del transversalismo político, que con el eslogan “gobernar con los mejores”, garantiza a cada cual una tajada de la torta fiscal.

Existe, sin embargo, un dilema que a pocos interesa poner al descubierto. O seguimos siendo un rebaño de ovejas que marchan sumisas en la dirección que imponen sus pastores, o nos asumimos de una vez y para siempre como ciudadanos, o sea como personas responsables, críticas y libres, que entienden lo que está pasando en Chile y en el mundo. Dispuestas a actuar para que las cosas cambien y seamos capaces de construir un destino positivo para las mayorías, que proponga metas y proyectos, que trace una gran tarea nacional en que el principio orientador sea el bienestar general y no el lucro, la solidaridad y no el egoísmo, la honestidad y no la sinvergüenzura. Un proyecto en el cual la soberanía esté garantizada por el dominio nacional sobre las riquezas fundamentales, renovables y no renovables, y en el cual el Estado actúe con firmeza en busca de igualdad de oportunidades, educación de calidad, salud digna, viviendas confortables y reales posibilidades de desarrollo humano. Un país en que, como se exigía en los años de lucha contra la dictadura, haya pan, trabajo, justicia y libertad.

Al secuestrarnos la ciudadanía para mantenernos en condición de ovejas, se busca deliberadamente liquidar nuestros sueños. Y favorecer así la supremacía incontrarrestable de los sectores dominantes, de los únicos que tienen posibilidades de soñar y materializar proyectos marcados por el lucro, el desprecio por el medio ambiente y una visión chata del presente, y no por la proyección de futuro.

Los temas realmente importante están ausentes de la campaña presidencial. Ninguno de los candidatos con opción de ser elegido se propone producir la gran transformación de un Chile de temerosas ovejas a un país de valientes y audaces ciudadanos. En esta campaña no hay debate de ideas sino monólogos superpuestos y una que otra pirueta para ganar espacio en la TV. Ni Frei ni Piñera hablan de la concentración de la riqueza, ni del poder asfixiante de las multinacionales. Tampoco lo hace Marco Enríquez-Ominami. Nadie habla de meter en cintura a las AFP que controlan decenas de miles de millones de dólares de los trabajadores. Nadie hace propuestas concretas en materia de educación para terminar con el negocio de los colegios privados y ordenar el sistema de educación superior que perpetúa los privilegios. Ninguno de los candidatos habla del cobre: el tema central de la economía chilena es un tabú que ha durado todos los gobiernos de la Concertación. A lo más se saca a colación para sugerir, como hacen algunos desfachatados, iniciar la privatización de Codelco.

Cada vez es mayor el número de personas, especialmente jóvenes, que se apartan del sistema político. Esto es sumamente peligroso pero tiene explicación. El sistema político, reducido a una participación electoral manipulada, está desprestigiado porque se ideó para conducir un piño de ovejas. Los ciudadanos, en cambio, requieren hacer oír su voz y ejercer su derecho a participar en todos los ámbitos de la vida del país. El sistema político sólo podrá atender esos anhelos mediante una nueva Constitución que proponga al pueblo una Asamblea Constituyente. Para eso hay que juntar fuerzas desde ahora, superando el desaliento y la resignación.

Todavía pesa la dramática derrota de hace casi 40 años. La Izquierda fragmentada no encuentra un camino propio. Una parte de ella ha suscrito un pacto electoral con la Concertación y asume el riesgo -a cambio de conseguir espacio en la Cámara de Diputados- de compartir su derrota. Hay, sin embargo, otras salidas. Es cuestión de buscarlas y reanimar un entusiasmo que no ha muerto. Debemos dejar de ser un rebaño que pastorean políticos sin principios para transformarnos en colectivo. Debemos dejar de ser ovejas para convertirnos en ciudadanos, superando la mediocridad, la arrogancia y la corrupción para integrarnos a las grandes corrientes de cambio que hoy recorren América Latina y que han surgido cuando ya parecía no haber esperanza.

(Editorial de “Punto Final”, edición Nº 690, 24 de julio, 2009)