lunes, 21 de julio de 2014

El modelo actual: desempleo, frustración e inseguridad




El modelo económico, social y político actual del país ha agudizado de manera dramática  las diferencias entre los pocos que tienen mucho y los muchos que tienen poco, la economía  creció  menos que la población. Hoy son menos los bienes y servicios para cada dominicano  que los que poseíamos  hace veinte años; el salario mínimo es menor en términos  reales que el de 1980.
En las ciudades prevalecen el desempleo, la frustración y la inseguridad. En el medio rural las actividades productivas están en bancarrotas como consecuencia de que los campesinos que por siglos habían permanecido arraigados a sus tierras se han visto obligados a emigrar como única  alternativa de sobrevivencia, a pesar de sus buenas tierras para la producción  agropecuaria y con  recursos naturales  en abundancia.

Ante una situación  tan calamitosa, la pregunta obligada es: ¿cómo no se ha suscitado en República dominicana un estallido social? La respuesta tiene que ver con la invaluable responsabilidad de nuestro pueblo y con la serenidad escrupulosa de la gente que vive en la pobreza. 

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